MITOLOGIA HINDÚ.

El hinduismo es la religión original de la India. El hinduismo tiene muchas variantes; por ejemplo, la religión de una parte de la India es distinta a la de otra parte. Es una religión basada en mitos, protagonizados por muchos dioses. A pesar de tener muchos dioses, en la variante conocida como brahmanismo se pueden considerar como partes del dios supremo Brahma, por lo que el hinduismo es una religión monoteista. Para otros, tiene mucha importancia Khrisna. Los hindúes suelen tener dioses favoritos entre las divinidades que forman parte de Brahma. Más de 1000 millones de personas practican la religión hindú. La doctrina del hinduismo está recogida en cuatro libros, los Vedas.

Entre los dioses (deva), destacan tres dioses: Brahma (creador del mundo), Vishnú (conservador) y Shiva (destructor). En el hinduismo, las divinidades tienen parte masculina y femenina. La parte femenina, especialmente bajo su forma demoniaca, es conocida como devi. Los dioses viven en el cielo más elevado, el Brahma-Loka, que se encuentra en la cima de una montaña inaccesible para los humanos, el monte Meru.

Los hindúes creen en la reencarnación, o transmigración de las almas. Según esta creencia, cuando una persona muere, su alma vuelve a nacer en otro cuerpo. Éste no tiene por qué ser humano: si tiene un karma (actos y efectos de las vidas presente y pasadas) negativo, podrá volver en el cuerpo de un animal. También es común que la nueva vida sirva para reparar los errores de las anteriores.

El objetivo de los hindúes es reunirse con Brahma. Para ello, deberán poner fin al ciclo kármico, recorriendo diferentes caminos hasta alcanzar la perfección. La reencarnación no se produce únicamente en los mortales: los dioses también se ven sujetos a ella, y de algunos de ellos, como Vishnú, se conocen un enorme número.

Hay muchos elementos sagrados para el hinduismo. El río Ganges, en la India, es sagrado, y especialmente en su paso por Benarés es un lugar de peregrinación y se utiliza para baños de purificación. Las cenizas de los muertos también son arrojados a este río. También hay animales sagrados, como la vaca, la serpiente o el caballo. En general, los hindúes respetan a los animales, y algunas sectas hindúes tienen prohibido matar cualquier animal. Por este motivo, muchos hindúes son vegetarianos.

Como es una religión mítica, también hay leyendas sobre héroes, recogidas en poemas antiguos. Un ejemplo es el Ramayana, que narra las aventuras de un príncipe guerrero, Rama, para salvar a su amada Sita.

El hinduismo divide la sociedad en cuatro castas, o estratos sociales: los brahmanes (sacerdotes), kshatriya (nobles y guerreros), vaisya (burgueses) y sudra (artesanos). Cada uno de ellos tenía su origen en una parte del cuerpo de Brahma, siendo los brahmanes los más importantes, pues procedían de su cabeza. Sin embargo, también hay un grupo de gente que no procede de ninguna parte de su cuerpo: son los parias, también llamados intocables, que no tienen casta y han sido discriminados durante miles de años. Dentro de cada casta, hay muchas pequeñas divisiones.

Las normas hindúes son muy estrictas respecto a las castas: se pertenece a ellas por nacimiento, y no es posible ascender. Además, sólo es posible el matrimonio entre miembros de una misma casta. Aunque el sistema de castas está prohibido en la India desde 1947, en la práctica sigue practicándose en muchos lugares.



miércoles, 21 de abril de 2010

LA LEYENDA DE LAKSHMI Y LA LAVANDERA.

Cuenta la leyenda que hubo un rey en el norte de la India que cierto día regaló a su adorada esposa un precioso collar de perlas para que ésta pudiera lucirlo durante la celebración del Diwali . Pero he aquí que, al día siguiente, y mientras la afortunada se bañaba en el río, un cuervo osó atrapar dicho collar con su pico y desaparecer con él en el inmenso cielo. Tal fue el disgusto de su esposa que el rey, ansiando consolarla de cualquier manera, ordenó a sus hombres que recorrieran todo el reino prometiendo una suculenta recompensa a quien lograra recuperar joya tan preciada. El ave ladronzuela, por otra parte, quien sabe con qué propósito, dejó caer el collar en un barrio muy pobre, concretamente muy cerca de donde vivía una lavandera que así, de pronto, se encontró con él en las manos. Poco tardó la humilde joven en presentarse ante el Rey y devolver el botín robado. Pero no quiso reclamar recompensa por ello, para sorpresa del monarca, sino que rogó que aquella noche, punto de partida de las fiestas del Diwali de ese año, todas las luces del reino fueran apagadas quedando tan sólo encendidas las lámparas de aceite de su casa. Esperaba así ser vista y escuchada por fin por Lakshmi , diosa de la buena suerte y de la prosperidad.
Y llegó la noche, y su deseo fue concedido. Todo el reino quedó a oscuras, todo excepto el pequeño hogar de la joven lavandera. Así, cuando Lakshmi apareció para honrar a todos aquellos que cada año celebraban su existencia, sus ojos sólo pudieron fijarse en aquella humilde casita. Pero he aquí que cuando la diosa tocó a la puerta de la lavandera, tras abrir, ésta le dijo que sólo la dejaría entrar si prometía quedarse en ella durante las próximas 7 generaciones. La diosa Lakshmi , emocionada ante una fe en ella tan profunda, no pudo sino aceptar sumamente complacida. Así la lavandera dejó atrás su vida de pobreza y durante 7 generaciones sus descendientes fueron los más afortunados y prósperos del reino.

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